¿Qué sabemos sobre los cannabinoides en el manejo de la Enfermedad de Alzheimer?
Cada 21 de septiembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Alzheimer; un día en el que el mundo científico y clínico recuerda la importancia de la evidencia científica y las necesidades de los pacientes con esta enfermedad para guiar conductas terapéutica y futuras líneas de investigación.
La Dra. Andrea Micciuli, neuróloga argentina, experta en demencias y miembro fundador de nuestra sociedad, nos recordó durante una de nuestras reuniones científicas donde discutió el potencial de los cannabinoides en el manejo de las demencias, incluida Enfermedad de Alzheimer:
“No tenemos tratamientos modificadores de la enfermedad disponibles de manera masiva, y los tratamientos sintomáticos son escasos o poco seguros. Necesitamos otras herramientas.” En este contexto, los cannabinoides surgen como una posible alternativa.
“No tenemos tratamientos modificadores de la enfermedad disponibles de manera masiva, y los tratamientos sintomáticos son escasos o poco seguros. Necesitamos otras herramientas.”
Durante su intervención, la Dra. Micciulli señaló que no tenemos dudas de que los cannabinoides tienen un efecto neuromodulador y, además, son seguros. Sin embargo, se necesitan más estudios clínicos que confirmen lo que ya vemos en la evidencia preclínica.
Los estudios preclínicos en modelos animales demuestran consistentemente que los cannabinoides como el cannabidiol (CBD), el tetrahidrocannabinol (THC), el ácido cannabidiólico (CBDA) y el ácido tetrahidrocannabinólico (THCA) pueden reducir la patología del β amiloide y tau, la neuroinflamación y los déficits cognitivos, principalmente a través de la activación de los receptores CB1 y CB2 y la modulación de la función de las células gliales. Estos efectos se apoyan mecánicamente en las reducciones de las citocinas proinflamatorias, la activación glial y la carga de placa amiloide. A pesar de los prometedores datos mecanicistas y en animales, la traducción clínica sigue siendo limitada.
Cannabinoids for treatment of Alzheimer’s disease: moving toward the clinic - https://www.frontiersin.org/journals/pharmacology/articles/10.3389/fphar.2014.00037/full
Los ensayos controlados aleatorios más recientes y en curso que investigan los cannabinoides en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA) se han centrado principalmente en los análogos sintéticos del THC (dronabinol, nabilona) y el THC natural, y algunos estudios también examinan las combinaciones de THC / CBD. Estos ensayos generalmente se han centrado en los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (BPSD), como la agitación y la agresión, en lugar de la modificación de la enfermedad o la mejora cognitiva; menos ensayos han evaluado CBD puro a dosis elevadas y bien controladas.
La evidencia preliminar de estudios clínicos controlados sobre los diferentes desenlaces de interés en Enfermedad de Alzheimer:
Cognición: ensayos controlados han mostrado mejoras que no se consideran clínicamente significativas en medidas cognitivas (p. ej., MMSE)
BPSD (agitación, agresión): metaanálisis y ECA no muestran, en general, evidencia de beneficio consistente; puede existir una señal de efecto en pacientes con mayor gravedad o ciertos subgrupos.
Sueño y apetito: hay algunos estudios pequeños que reportan mejoras modestas en calidad del sueño y en apetito con ciertos compuestos (análogos de THC, combinaciones THC/CBD).
Ansiedad/estado de ánimo: algunos informes clínicos sugieren beneficio de CBD en ansiedad leve asociada a demencia.
Efectos adversos: generalmente leves-moderados; sedación/letargo es el efecto adverso más consistente y más frecuente, especialmente con nabilona y otras formulaciones con actividad similar al THC. No se han documentado aumentos claros en eventos graves en estudios cortos, pero los datos a largo plazo son escasos.
Aunque el estado actual de la evidencia no respalda el uso sistemático o de primera línea de los cannabinoides para la enfermedad de Alzheimer con el objetivo de modificar el curso de la enfermedad o mejorar de manera consistente la cognición, dadas las importantes limitaciones de los tratamientos existentes, el interés en el uso clínico de los cannabinoides es creciente. Es recomendable que, las personas con Alzheimer y sus familiares que estén considerando incluir cannabinoides a su esquema terapéutico, discutan los riesgos y beneficios conocidos con sus médicos tratantes. Estos tratamientos deben realizarse bajo supervisión estricta de profesionales especializados en el manejo de esta enfermedad; el uso de cualquier producto con fines médicos presenta mayores riesgos cuando es automedicado y no supervisado, lo cual podría agravarse en casos de polifarmacia, situación común en personas con Alzheimer.
Los datos existentes ofrecen interesantes rutas de trabajo futuro. La ciencia sigue avanzando y nuestra tarea es acompañar a pacientes, familias y cuidadores con esperanza, rigor y humanidad. Para el día mundial del Alzheimer, reafirmamos que el futuro del tratamiento del Alzheimer depende de la investigación sólida y colaborativa.